


El trabajo de Gulnur Ozdaglar, es un sueño ecológico hecho realidad, a primera vista sus creaciones parecen demasiado delicadas para ser verdaderas. El toma un material tan común como el pet de las botellas de plástico, lo perfora pacientemente a mano y lo transforma en piezas de belleza cautivadora, delicada joyería, objetos decorativos que te sumergen en la vida submarina.
Medusas fuera del agua que ni pican, ni pierden su misteriosa belleza.
Es un trabajo precioso y refleja mucha sensibilidad.
ResponderEliminarNo lo conocía.
ResponderEliminarSe queda en mi archivo para prepararle un post en mi blog de reciclaje.
Gracias